SÍ, es VIDA», de Beatriz Pastor Sánchez, es un relato autobiográfico intenso y profundamente humano sobre cómo afrontamos las pérdidas más dolorosas y cómo estas experiencias pueden transformar nuestra percepción de la vida. Con una voz transparente y cercana, Beatriz comparte su viaje personal a través del duelo, la enfermedad y la resiliencia, demostrando que incluso en la adversidad, es posible descubrir un nuevo sentido para vivir con alegría y plenitud.

1. ¿Qué te impulsó a compartir tus experiencias más íntimas en “SÍ, es VIDA”

Empecé a escribir para sanar, para plasmar en papel los sentimientos y emociones que había sentido en los sucesos que me habían pasado a lo largo de mi vida.

2. En el libro mencionas varias veces la importancia del humor, ¿cómo ha influido esto en tu proceso de recuperación?

Creo que el humor es vital para poder afrontar los procesos dolorosos que ocurren a las personas. A mí me ayudó a sobrellevar los días malos y seguir adelante.

3. ¿Cuál fue el mayor desafío al escribir sobre momentos tan difíciles y personales?

Mi mayor preocupación era no saber expresar la idea principal que es la de la necesidad de salir adelante, con el bagaje emocional y la tristeza que revivir según que situaciones conlleva.

4. En la obra relatas una experiencia cercana a la muerte. ¿Cómo ha cambiado esta vivencia tu manera de entender la vida y la muerte?

Totalmente, me ha enseñado a mirar a la muerte de cara y comprobar de primera mano que te vas en paz. Me ha ayudado a gestionar el duelo y la pena de perder a seres queridos. Pienso que ellos se fueron tranquilos y eso me consuela enormemente.

5. ¿Hubo algún momento durante el proceso de escritura en que te planteaste dejar de contar tu historia?

En la parte en la que contaba mi experiencia con la UCI. Soy una persona muy racional y me costó bastante entender que es lo que me pasó en esos días críticos, pero también me animó a seguir adelante por si puedo ayudar a otras personas que hayan pasado por lo mismo que yo.

6. ¿Qué papel jugó tu familia en tu recuperación emocional tras la pérdida y la enfermedad?

Siempre digo, que sigo viva, gracias al apoyo de mi familia así, que su papel fue fundamental, sobre todo en mi recuperación. No me dejaron ni un momento sola y me animaron en los momentos más duros, que hubo muchos.

7. Mencionas la importancia del apoyo profesional en los momentos más difíciles. ¿Crees que todavía existe cierto tabú en torno a la búsqueda de ayuda psicológica?

Creo que el ir a Psicólogo sigue siendo un tema un poco tabú. No pasa nada por pedir ayuda y es totalmente necesaria la ayuda profesional si el dolor sigue persistiendo en el tiempo o te ves en la incapacidad de avanzar por tus propios medios. También pienso que se tiene que encontrar el “profesional” adecuado con el que tengas el feeling necesario para que la terapia funcione.

8. ¿Cómo logras mantener viva la memoria de tus seres queridos sin quedarte atrapada en la tristeza?

Haciendo el gran esfuerzo de empezar a recordar los buenos momentos vividos con ellos. Al principio es muy complicado ya que solamente recuerdas el final, pero creo que la sanación empieza cuando puedes acordarte por primera vez de la risa y de los buenos ratos.

9. ¿Qué consejo darías a alguien que está atravesando una situación de duelo profundo en estos momentos?

Que se permita sufrir, que no lo esconda y que hable mucho con quien tenga a su alrededor, que les explique como se siente y que el tiempo no cura, pero ayuda a sobrellevar mejor el dolor extremo que se siente al principio.

10. Durante tu hospitalización destacas mucho el apoyo emocional recibido. ¿Qué significó para ti este acompañamiento?

Todo. Mi pareja se puso al frente y batallamos juntos, yo con mi resistencia a morir y él coordinando absolutamente toda la logística, tanto familiar como de médicos y tratamientos, buscando segundas opiniones y procurando que yo sufriera lo menos posible. Me siento muy afortunada.

11. ¿Cómo fue la reacción de tus familiares y amigos al leer el libro por primera vez?

Creo que la reacción fue de admiración por haberme decidido a verbalizar todo el proceso. He recibido mucho apoyo para seguir adelante. La palabra que más se repite es que consideran que he sido valiente.

12. ¿Hay algo que hayas aprendido sobre ti misma mientras escribías este libro?

Que podía hablar de todo lo malo que me ha pasado y que me gustaría ayudar a otras personas que tengan vivencias similares a sobrellevar el duelo.

13. ¿Consideras que escribir ha sido una forma de terapia para ti?

Si, de hecho, los primeros esbozos fueron notas que yo tenía dentro de mí y que las escribía para sentirme mejor. Después fui dándole forma, pero la finalidad principal era curar mi corazón roto.

14. ¿Qué mensaje esperas transmitir a las personas que lean tu historia?

Que la vida es una y que tenemos que saber exprimirla al máximo. Que, a las personas que se han ido y nos quieren, no les gustaría vernos mal y que los que están contigo compartiendo este camino se merecen la mejor versión de ti mismo.

15. Después de todo lo vivido y narrado en “SÍ, es VIDA”, ¿qué significa para ti ahora la palabra “vida”?

Amor, humor, disfrutar, VIVIR.