La portadora del tiempo: Las almas perdidas del Olimpo es la novela debut de María Del Valle Ibáñez, una historia que fusiona elementos de lo sobrenatural con una narrativa emocionalmente profunda. La protagonista, Anna Kaira, es una joven que vive con una habilidad muy especial: puede controlar el tiempo. Después de la muerte de sus padres, Anna lidia con la culpa, la pérdida y la soledad mientras trata de mantener su habilidad oculta. Sin embargo, el destino tiene otros planes para ella. Un misterioso hombre aparece en su vida, y pronto se verá envuelta en una serie de eventos que pondrán a prueba no solo sus habilidades, sino su capacidad de amar y confiar. A través de una prosa rica y un ritmo cautivador, la autora nos lleva por un viaje lleno de misterio, acción y una reflexión sobre lo que significa ser verdaderamente libre.

  1. ¿Qué te inspiró a escribir La portadora del tiempo?

El mundo de la mitología griega es uno que me ha fascinado desde que era muy pequeña. He crecido con las historias de Hércules, los Olímpicos y demás personajes de esta mitología, y aunque me gustan otros géneros, este es uno de mis favoritos. Por eso, tiene mucho sentido que mi primera novela tenga que ver con ello, y en este sentido, La portadora del tiempo surgió porque quería contar mi propia historia, con mis propios personajes y mi propia trama, todo ello dentro de este mundo lleno de mitos. Anna Kaira fue la primera idea que tuve al respecto, y a partir de ella, todo lo demás se creó poco a poco en torno a ella.

  1. ¿Cómo describirías el tono y el estilo de la novela?

La portadora del tiempo mezcla aspectos de diferentes géneros, sobre todo el de la fantasía enmarcada aquí en la mitología, el romance, la acción y el misterio. Con lo cual, el lector podrá ver que hay una descripción narrativa que se alterna constantemente con el diálogo, y en ambos quedan implícitos los géneros mencionados, girando en torno a una lucha constante entre lo normal y lo sobrenatural, la verdad y la mentira, e incluso la vida y la muerte, lo cuál sirve para enganchar al lector y que este quiera leer más.

  1. ¿Cómo se desarrolló la idea de Anna Kaira como protagonista con habilidades tan únicas?

De primeras, tuve claro que quería trabajar a un personaje femenino que destacase sobre los demás. En el mundo mitológico, la figura de Cronos es una de las más importantes, e incluso crueles, y su dominio es el del tiempo, lo que le convierte también en uno de los más poderosos. Pensando en él, me pregunté por lo que pasaría si alguien más demostrase ser capaz de dominar el tiempo igual que él, lo que significaría para aquel mundo, y así fue como las habilidades de Anna nacieron. Podrían haber sido otras, supongo, pero en este caso esto fue lo que cobró sentido para mí. Partiendo de esa idea, luego fueron viniendo las demás incógnitas, entre ellas una aparente humanidad, la figura del portador del tiempo, e incluso una dinámica temporal que dividiría el tiempo en dos tipos…

  1. ¿Qué fue lo más difícil de escribir una historia que mezcla lo sobrenatural con la vida cotidiana?

Diría que fue encontrar el término medio y ser fiel a mi protagonista. Es decir que, desde el primer momento, como autora supe que iba a meterme de lleno en el mundo de los mitos griegos, con sus dioses, sus titanes, sus héroes… Pero tenía que tener en cuenta también la personalidad y las circunstancias de Anna, que por mucho que tuviese una extraña habilidad, siempre había tenido miedo a mostrarla a los demás. Con lo cual, el período de transición, es decir, la aceptación de uno y otro, no podía ser demasiado apresurada, sino tener un sentido y ser progresiva. Espero haberlo conseguido.

  1. El tema del dolor y la pérdida es recurrente en la novela. ¿Cómo abordaste estos temas tan profundos?

Fue algo complicado, porque es verdad que no es algo que me haya ocurrido de primera mano como tal, así que me fui guiando por el “¿cómo me sentiría yo si…?”. Ayudó, también, el hecho de que me pase los días leyendo, ya sea libros físicos, en formato digital, o incluso provenientes de los fandoms, a través de plataformas como Wattpad, Fanfiction, Archive of Our Own o Tumblr. Cuando lees tanto, al final vas viendo lo que te gusta o lo que no, el cómo cada autor escribe las cosas de una forma u otra, y de ello la verdad es que se aprende mucho. Así que podría decirse que fue un mix de las dos, enmarcados en mi propio estilo de escritura, claro.

  1. ¿Cómo desarrollaste la relación entre Anna y los otros personajes clave, como Stacy y Eli?

En esta parte, tuve que partir de cómo de relevante era su papel en la historia general, pero también en la de la protagonista. A Eli no se la menciona tanto, y de hecho no hay una interacción entre ellas como tal en la novela, pero Stacy sí es muy importante, y sus acciones tienen consecuencias directas sobre el estado emocional de Anna. Lo mismo ocurre con personajes como Alexander y Hades, que junto a ella, podría decirse que forman el trío protagonista de la novela. Es muy llamativo porque cada caso, cada relación, aporta algo distinto a la trama, y fue muy divertido navegar la amistad, el romance, la traición, el odio hacia un personaje en particular. Una vez tuve claro lo que quería de cada uno, fue fácil desarrollarlo a lo largo de la novela.

  1. ¿Qué mensaje quieres transmitir a los lectores sobre la lucha interna de los personajes?

En este caso, esa lucha interna normalmente se centra en la contraposición de una normalidad y lo mitológico. En la novela, Anna empieza casi obsesionada con la idea de aparentar ser normal ante los demás, pero según avanza la trama, hay una aceptación de ese nuevo mundo en el que se ha metido, que tal vez no es tan extraño a ella como pensaba. Con lo cual, a los lectores les diría que, a día de hoy, es muy importante que mantengamos una mente abierta, sin obsesionarse o enfocarse en una única cosa y rechazando todo lo demás, porque podemos llevarnos alguna que otra sorpresa.

  1. La novela también toca temas como la amistad y la lealtad. ¿Por qué crees que son tan importantes en tu historia?

Ambas son cruciales en la novela, no solo para la trama, sino para el desarrollo y la transformación de Anna como protagonista. A lo largo de la historia, todo se vuelve envuelto en el misterio, en el engaño y la desconfianza, entre otras cosas, y Anna llega a preguntarse constantemente por las verdaderas intenciones de cada personaje. “¿Me puedo fiar de él o ella?”, “¿Me quiere ayudar o solo busca poner otra piedra en mi camino?”. En un momento en el que juegan contra el mismísimo tiempo, figuras como Alexander, su fiel protector y amigo, o Hades, el misterioso dios con el que guarda una conexión que no sabe explicar, marcan el camino que recorrerá para cumplir su misión.

  1. ¿Cuál es la importancia de los sueños y las visiones que tiene Anna?

Muchísima. Sin que ella lo sepa en un principio, están directamente relacionados a una parte que ha vivido oculta dentro de ella durante mucho tiempo, y que no solo descubrirá más avanzada la novela, sino que será muy importante para su propio desarrollo personal.

  1. En la historia, el control del tiempo es central. ¿Cómo se te ocurrió la idea de vincularlo a las emociones de los personajes?

Creo que, en el pasado, y todavía hoy en el presente, la idea del tiempo es una que nos llama la atención a muchos. La idea de controlarlo, de viajar a otras épocas a través de él, es una que figura en novelas, películas y series, y que sinceramente siempre me ha resultado muy llamativa, quizás por el poder que hay implícito en ello. Tal y como se explica en la novela, aquí se juega con la idea de que el tiempo en su estado puro es volátil y necesita de algo que lo temple, con lo cual, fue sencillo vincularlo al tema de las emociones, porque cuando se trata de ellas, cada uno las siente de una forma distinta, la capacidad de gestionarlas no es la misma, y aquí todo esto es muy importante.

  1. ¿Cuál fue tu proceso de creación del mundo donde se desarrolla La portadora del tiempo?

Lo primero de todo, y lo que fue más importante, fue tener clara la historia que quería contar. Lo que iba a pasar, quiénes eran mis personajes, qué papel iba a jugar cada uno… A ello le siguió un esqueleto, es decir, una idea aproximada del número de capítulos que quería escribir, y lo que iba a pasar en cada uno en términos generales. A veces, tenía clara alguna escena que quería contar, y aunque fuese más adelante, la desarrollaba y trabajaba en ver cómo iba a llegar desde el punto en el que estaba hasta ella. Poco a poco, fui trabajando en enlazar cada capítulo con los demás, estuviese en la universidad, en casa o en cualquier otro lugar, porque no suelo tener un único sitio en el que escribir. Lo que siempre me ha acompañado, eso sí, ha sido la música, porque no puedo ponerme a teclear si no estoy escuchando algo de fondo. De hecho, parte de la inspiración puede venir muchas veces por esa misma música.

  1. ¿Qué te gustaría que los lectores sintieran al terminar la novela?

Lo cierto es que la novela tiene varios giros “dramáticos”, si pueden llamarse así, que quizás pueden resultar incluso exagerados. Tal vez se sientan descolocados o impactados, y esto lo espero completamente, pero me gustaría, sobre todo, que disfrutasen de la historia, pues al fin y al cabo para eso es para lo que está escrita. Es una apertura al pequeño mundo que he creado, y sería estupendo que al mundo le gustase y pudiese conocer una pequeña parte de mí, porque, en general, en todo lo que escribimos los autores siempre hay una parte de nosotros reflejada.

  1. ¿El libro tiene alguna inspiración de mitología o literatura clásica? Si es así, ¿cuál?

¡Claro! Cuando se trata de mitología griega, por lo menos en mi caso, hay claras influencias de obras como la Ilíada y la Odisea, algunas de las cuales menciono directamente en la novela, pero si tuviera que escoger, diría que la mayor de ellas ha sido la de Rick Riordan y la saga de Percy Jackson y los dioses del Olimpo. Crecí con ellas, y fueron una de las razones por las que me interesé en este mundillo en primer lugar. El lector notará que, en ciertos momentos, hago algún guiño a algunas de estas historias.

  1. ¿Cómo decidiste el final de la historia? ¿Fue siempre el mismo?

En realidad, sí. Yo sabía desde un primer momento que la forma en la que acabase la novela conllevaría un claro enfrentamiento entre las fuerzas del bien y el mal, y de hecho, durante gran parte de ella, por no decir toda, siempre se han dado indicaciones de ese momento. Los cambios, en todo caso, siempre han tenido lugar en el cómo, es decir, en el proceso que ha transcurrido desde que Anna pone un primer pie dentro del mundo mitológico hasta el propio final de la novela. Uno de ellos, sin ir más lejos, fue en relación al concepto de la llave eterna, que comenzó siendo el de un objeto, y al final acabó teniendo un papel mucho más relevante.

  1. ¿Qué proyectos tienes en mente para el futuro? ¿Habrá una continuación de esta historia?

¡Por supuesto! En realidad, esta es la primera de las novelas que formarán parte de la saga Las almas perdidas del Olimpo. “La portadora del tiempo” es la que nos abre las puertas a este mundo que he creado, pero ya estoy trabajando en las próximas, tal y como se alude en el epílogo, así que podemos esperar varias novelas más, cada una centrada en una protagonista distinta, aunque no perderemos de vista a los personajes que hemos podido conocer en esta.